20 abril 2015
El 14 de enero de 2015, Alberto Nisman presentó la denuncia por encubrimiento contra la presidente Cristina Fernández de Kirchner y otras personas. El 18 de enero, el fiscal especial del caso AMIA murió en su departamento de Puerto Madero.
Buena parte de la denuncia de Nisman se basó en escuchas telefónicas que se hicieron por orden del juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral. El teléfono que estaba pinchado por orden judicial era el de Jorge “Yussuf” Khalil, un musulmán argentino con contactos fluidos con Mohsen Rabbani, uno de los imputados por la Justicia como sospechado de haber planificado el ataque a la mutual judía en 1994.
El teléfono de Khalil siguió intervenido hasta que el 20 de enero, luego de la muerte de Nisman y cuando ya se sabía que esa línea estaba siendo escuchada por la Secretaría de Inteligencia, el juez Canicoba Corral dejó sin efecto la “pinchadura”.