Por Daniel Santoro, 23 Diciembre 2015
El motivo de tantas maniobras políticas era hasta ahora un misterio político. Cristina Kirchner hizo remover en mayo al juez Luis Cabral de la Cámara de Casación. Luego hizo recusar a su colega Juan Carlos Gemignani y nombrar a dos abogados K. Todo después de que Gemignani firmó y guardó en una caja fuerte su voto sobre el pacto con Irán por la AMIA porque se había enterado que su explosivo contenido había llegado a oídos del secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, uno de los operadores judiciales de Cristina. Si Cabral hubiese sumado su voto al de Gemignani el pacto hubiese sido declarado inconstitucional en mayo y Cristina seguramente ya habría sido acusada por su accionar.
Ahora Clarín accedió en exclusiva a una copia de ese voto de Gemignani que declara inconstitucional el pacto con Irán y acusa a Cristina, al ex canciller Héctor Timerman y otros de haber transferido la soberanía argentina a Irán, al que llama “el estado sospechoso” de haber ordenado el atentado. Esa transferencia de soberanía a otro país se encuadra en el delito de traición a la Patria.