Por Daniel Santoro, 19 Agosto 2015
La fiscal Fein se tomó unos días por problemas de salud de su madre. Cuando regrese a su fiscalía tendrá que interpretar jurídicamente el valor del peritaje tecnológico que encargó sobre los teléfonos y las computadoras de Nisman. Fein es una fiscal de instrucción respetada en tribunales pero que se ha dejado “entornar” por Gils Carbó y rechazó, al principio, sumar a otros fiscales para que la ayuden en un caso muy complejo.
El tecnológico, al igual que lo fue el forense y el criminalístico, es un peritaje polémico. Los expertos oficiales creen que el virus troyano que tenía Nisman en su celular no se activó porque estaba diseñado por computadores. En cambio, el experto informático Ariel Garbarz dijo a Clarín que “el virus troyano alienspy que se activó en la notebook y el celular del fiscal cuando él abrió un documento pdf contaminado desde alguno de los dos dispositivos puede usarse para borrar o adulterar cualquier información almacenada en la compu o en el celular”. En otras palabras, no era necesaria la presencia de un desconocido para borrar las llamadas y mails que faltan. De todos modos, para el experto “la presencia de un desconocido en el departamento de Nisman está comprobada por el ingreso simultáneo y local de tres pendrives con identificación de marca y modelo, datos que jamás pueden ser generados por una falla del programa Windows” como sostienen otros informáticos.